UGT rechaza los actos violentos contra trabajadores del transporte

FeSMC-UGT lamenta profundamente el acto de barbarie y matonismo que ha tenido lugar en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas de Madrid en el que un trabajador, conductor de VTC, fue agredido por un grupo de personas encapuchadas.

La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Madrid lamenta profundamente el acto de barbarie y matonismo que ha tuvo lugar, el pasado viernes, 11 de enero, en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas de Madrid en el que un trabajador, conductor de VTC, fue agredido por un grupo de personas encapuchadas.

Consideramos que los problemas se tienen que resolver mediante el diálogo y en el marco de respeto a  los derechos que nos garantiza la constitución de libertad, en el marco de respecto a las normas, y derecho al trabajo.

Cómo en cualquier ámbito de la vida, en una sociedad democrática, no es admisible que nadie se arrogue con la potestad de establecer quien sí y quien no puede ejercer sus derechos, como es el derecho al trabajo.

Y para establecer los límites del ejercicio de esos derechos, cuando hay intereses contrapuestos, están las normas que democráticamente son aprobadas por los parlamentos elegidos democráticamente y que establecen las condiciones y límites para salvaguardas los derechos de todos.  Vulnerar estos principios es poner en cuestión la esencia misma de nuestra convivencia en democracia.

Por todo ello, desde la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Madrid denunciamos el que este trabajador haya tenido que ser hospitalizado tras la agresión física de estos individuos encapuchados.

Reclamamos una actuación contundente de la policía en este tipo de agresiones que ponen en riesgo la convivencia pacífica de los ciudadanos y, en este caso de los trabajadores e instamos al Delegado del Gobierno en Madrid que tome cartas en este asunto para evitar nuevas agresiones y que los responsables sean sancionados por estas conductas violentas.

Del mismo modo reclamamos a la Administración Pública, en sus respectivos marcos de competencias para que se abran mesas de diálogo con el fin de resolver los conflictos y evitar que este tipo de sucesos, lamentables, se repitan o se agraven.